Escribir un libro, fue siempre mi sueño al iniciarme como escritor. Desde el 2008 inicié este recorrido que me ha llevado hasta aquí, con un sueño hecho realidad. Quería publicar esto, quería que muchos leyeran mis poemas, que lo comentaran, que lo compartieran, que lo disfrutaran, con una sonrisa en la cara, con un abrazo a sus amigos y seres queridos, y qué mejor, a la persona especial con quien comparten.
Después de siete años, un tiempo lleno de silencio y mucha historia, tuve que despertar el talento dormido y relatar historias de ilusión y desilusión, de suspiros y risas catárticas; nombres que se coagularon en cada vocablo, nombres que desmitificaron mi coraje.
Siempre quise escribir y resulte siendo escrito. Quise escribir de otros y resulté delatado. Solo me faltó delatarme más pero aunque no tanto pero fui delatado. Ahora corresponde a ustedes leer esto. Esto que les ofrezco en estas hojas. Y perdónenme que tengo que cobrarles un poco de dinero por ello pues, como ustedes entenderán, esto también implica costos al publicarlo, al llevarlo a la imprenta y maquetarlo. Pero no era mi intención cobrarles más pues de lo contrario nadie desearía leerlo si tuviera que pagar mucho por querer leerme pues en realidad es mi historia.
Quisiera, en realidad, escribir las historias de ustedes. Ustedes que a veces se trasnochan con pensar en la vida, ustedes que se angustian en rebasarse a ustedes mismos, ustedes que han recobrado la vida después de perderla en cada caída.
No se preocupen, lo que voy a preparar luego de esta primicia, será para ustedes y por ustedes también. Soy solo yo, ningún artista, sino merezco este nombre. Ningún poeta, sino merezco este título, Ningún escritor, si no lleno los requisitos para ello. Soy solo yo. Y si mis historias encajan con las de ustedes, perdónenme, no quise copiarles, no quise plagiarles, solo nos sincronizó el tiempo y el lugar y si fuera así, las circunstancias. Y si tenga que retribuirles algo por su admiración a mi persona, les ofrezco esto; estos poemas que llamo abortos literarios. Espero valga las expectativas de ustedes. No quiero dilatarlos mucho, y si en algo le fallé a la historia poética, me confieso haber sido un aborto pero un aborto vivo, sin muerte sino solo suerte. Viva la vida, viva la poesía, vivan ustedes.
Gracias por acogerme en su preferencia.
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