domingo, 21 de diciembre de 2014

NO RELATIVICEN LA FE

Por: Felipe Tambriz

El relativismo es una corriente filosófica que postula “que no hay verdades absolutas” y que “nada debe considerarse absolutamente malo o bueno”, es decir  que la verdad no existe sino que todo está sujeto a lo que conviene a cada circunstancia y que el dogmatismo debe rechazarse por ser opresora y excluyente por tanto,  hay que amoldarse a la diversidad que existe en este mundo.

Para los cristianos este concepto  es totalmente aberrante tomando en cuenta que nosotros basamos nuestra fe en una sola verdad que es Jesucristo tal como la dice San Juan 14,6 que: Jesucristo es el camino, LA VERDAD y la vida. Por tanto, el tener doctrinas y dogmas es inevitable pues si Jesucristo es la verdad entonces no deberíamos dejar que esa verdad se corrompa al sabor y antojo de las personas a lo largo de las diversas circunstancias y momentos de la historia. Es más en otro pasaje de la Sagrada Escritura Jesucristo recita las siguientes palabras: El cielo y la tierra pasarán, mas mis palabras no pasarán. Es decir que esta verdad que leemos en el evangelio de San Juan debe permanecer inmutable hasta el fin de los tiempos no importando las condiciones y los momentos de la historia. Y por último, San Pablo, en su carta a los Romanos 12, 1 nos exhorta que “no nos dejemos cambiar según los criterios del mundo”, es decir los criterios humanos que con el tiempo van surgiendo y van cambiando, y que a su vez son contrarios a la palabra de Dios.

Actualmente nos encontramos ante una crisis demasiado fuerte: la proliferación de sectas que se dicen iglesias Cristianas, y que profesan las más diversas, contradictorias y disparatadas doctrinas que confunden a aquellos que no se toman la tarea de investigar detenidamente cuál de ellas debería ser la verdadera. Como diría aquel cantante guatemalteco, “en este mundo hay más religiones que niños felices”.

Ante esto, la iglesia católica ha mantenido firme su postura de presentarse al mundo como la verdadera iglesia de Cristo y que fue la única que Cristo fundó en persona cuando le dijo a Pedro en Cesarea de Filipo, “Tú eres Pedro y sobre esta piedra Edificaré MI IGLESIA y los poderes del infierno no prevalecerán contra ella”. Si revisamos la historia nos daremos cuenta que todas las demás iglesias que se profesan Cristianas han surgido posteriormente a esta iglesia católica que Cristo fundó. Es más, actualmente se están oponiendo fuertemente a ella, acusándolo de innumerables maneras en el aspecto doctrinal que lo que buscan es debilitarla y acabar  con ella. Entones cabe preguntarse ¿Dónde está la verdadera iglesia de Cristo? La respuesta es sencilla: “Sigue siendo aquella que Jesucristo fundó sobre Pedro la Roca y que seguirá siendo la misma a pesar de todo pues si  llegara a acabarse por obra del pecado o por haberse corrompido entonces Cristo no cumplió su palabra al decir “el cielo y la tierra pasarán más mis palabras no pasarán” entonces lo que está escrito en la Biblia es una gran mentira por tanto no hay que creer en ella y que todas las iglesias se acaben.

Algunas de las frases que esas iglesias esgrimen para debilitarle la fe y confundir a los católicos son: “todas las iglesias son buenas”, “Todas las iglesias adoran al mismo Dios”, “Da lo mismo pertenecer a cualquier iglesia”. Peor aún, se dicen otras frases tales como: “Jesucristo si, Iglesia No”, “la religión no te salva, Jesucristo es quien te salva”, “No a las doctrinas, dogmas, ni concilios, Jesucristo es la única verdad”, etc.

Todas esas frases, si nos damos cuenta, tienen una relación directa con el relativismo filosófico. No creer en nada pero creer en algo. Que la iglesia católica no tenga doctrinas pero que ellos sí la tengan.  Eso de que da lo mismo pertenecer a cualquier iglesia es algo totalmente ridículo, entonces pertenezcamos a la iglesia de Satán y no habrá ningún problema pues al fin y al cabo es una iglesia. Es más, si da lo mismo pertenecer a cualquier iglesia entonces nos estamos colocando encima de Cristo, estamos  queriendo decir que nuestros criterios son mejores que las de él por tanto nosotros somos más capaces de fundar mejores iglesias que las que él fundó con toda su Divinidad.

Esto por supuesto pareciera algo muy radical, muy conservador pues como personas contemporáneas ya nos estamos acostumbrando a los criterios mundanos actuales en los que ya todo vale, ya nada es verdad.  Se está intentando suplantar la verdad de Cristo con ideologías inspiradas más en la filosofía griega platónica, aristotélica, cartesiana, etc. Y nos olvidamos que Cristo es nuestra verdad. Estamos relativizando nuestra fe en Cristo. Eso por supuesto le conviene  al hombre de pecado, pues entonces esa manera de pensar le permite justificar su pecado y así tranquilizar su conciencia para evitar el  remordimiento de tener que lidiar con críticas y prohibiciones por su actitud pecaminosa.

Por eso es que la iglesia Católica está recibiendo muchos más ataques que otras iglesias que se dicen cristianas pues a lo largo de los siglos ha defendido la indisolubilidad del matrimonio, la lucha contra el aborto, el  no a las uniones homosexuales, la castidad, el celibato sacerdotal, etc. Es decir, ha constituido la conciencia moral de la humanidad a lo largo de la historia.

El peligro actual sería que muchos católicos nos dejemos amoldar por los criterios mundanos relativistas que nos llevan a una sociedad cada vez más inmoral y más permisiva.

Entonces concluiré diciendo que aunque nos llamen retrogradas y tradicionalistas, nunca debemos dejar de ser católicos, pues la iglesia católica es la única iglesia que desde un principio hasta ahora se ha mantenido firme en su aspecto moral aun cuando algunos de sus dirigentes hayan cometido cualquier error.


Hermanos reitero mi llamada, NO RELATIVICEN LA FE, nunca se dejen engañar por aquellos que les dicen que todas las iglesias son iguales o todas las iglesias son buenas, pues esa es una táctica protestante para debilitar su fe y llevarlos a su secta. Ustedes como católicos son la verdadera iglesia de Cristo. Aunque se ofendan debo decir que las demás iglesias son producto de la mano de los hombres, nunca tienen el aval de Cristo para llamarse iglesia. Por tanto debemos permanecer firmes en nuestra fe, en nuestra iglesia y como decía San Pablo “No nos dejemos presionar ni nos acomodemos a los criterios mundanos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario