lunes, 6 de abril de 2009

NO SOLO DE PAN VIVE EL HOMBRE

Cuando Jesús estaba ayunando en el desierto, el diablo llegó con él y le dice: Si eres Hijo de Dios haz que estas piedras se conviertan en pan. Jesús por su parte le recordó las palabras que El señor dijo a los israelitas por boca de Moisés: EL HOMBRE NO VIVE SOLAMENTE DEL PAN sino de toda palabra que sale de la boca de Dios. Dt 8,3; Mt 4,4

Esta es la gran verdad que los hombres modernos han olvidado. No solo de pan vive el hombre. Es decir, no solo del pan material. Y qué decir de las diversiones y ansias de placeres a veces inmorales. El hombre actual se caracteriza por una vida engolosinada en tantas cosas y no vive feliz. No está satisfecho. ¿Hasta cuándo estará satisfecho?... Nadie lo sabe

Jesús también dijo: Yo soy el pan de vida. El que viene a mí nunca tendrá hambre. Y el cree en mí nunca tendrá sed. Jn 6,35.

Las demás fuentes de alegrías que nos ofrece este mundo, tales como, diversiones pasajeras, placeres, dinero , poder, música, etc,. no son más que golosinas. Jesús es el único pan de vida que satisface nuestra sed de eternidad, de felicidad plena. Nadie más que Jesús. Solo Jesús. Él que por amor a nosotros se despojó de su gloria y nos levantó del fango de pecado en que nos encontrámos sumidos por el mal.

LA SED Y EL HAMBRE a los que se refiere el texto que hemos citado es lo que hoy conocemos como vacío existencial. Hay gente que tiene mucho dinero; sin embargo no es feliz. Hay gente que tiene poder, diversiones, placeres; sin embargo no es feliz. ¿Qué pasa?. Es que no han acudido a Jesús.

Jesús le había dicho a la mujer samaritana: "Todo el que beba de esta agua, volverá a tener sed; pero el que beba del agua que yo le dé, no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le dé se convertirá en él en fuente de agua que brota para vida eterna."Jn 4,13-14.

Las cosas de este mundo no son eternas. Por lo mismo, no satisfacen para siempre. Quien los consume las vuelve a consumir una y otra vez y jamás se sacia. Es que solo Dios puede satisfacer nuestra sed y hambre existencial. Nuestro corazón, nuestra alma no se sacia con juegos, placeres pecaminosos, diversiones y mucho más sino solo Dios nos hará feliz. Con razón decía el canto: SOLO DIOS HACE AL HOMBRE FELIZ/ SOLO DIOS HACE AL HOMBRE FELIZ/ LA VIDA PASA/ TODO ACABA/ SOLO DIOS HACE AL HOMBRE FELIZ.

La experiencia me ha enseñado que apegarse a las cosas materiales pasajeras es demasiado aburrido. No le da sentido a nuestra vida. Hay que entregarle nuestra vida a Dios. A la iglesia. Confiésale a Cristo que no puedes vivir sin Él. Confiésale tus pecados en el sacramento de la reconciliacion, recíbelo en la Eucaristía y serás ...

FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ, FELIZ...

PARA TODA LA VIDA TERRENA Y CELESTIAL